Mucho dolor para Bearman en su debut en la F1: "Es muy duro"
- Norberto Mujica
Oliver Bearman sustituyó a Carlos Sainz en el Gran Premio de Arabia Saudí. Por supuesto, hay muchas diferencias entre la F1 y la F2. Además de la velocidad de los coches, las fuerzas G y la duración de la carrera también desempeñan un papel importante. Algo que Bearman descubrió durante el fin de semana de la carrera.
Al día siguiente, sentado a la mesa del desayuno con sus colegas de Prema, una cosa les llamó la atención: lo rígido que estaba. La fuerza G media de un coche de F1 es de unos 5G. Si tenemos en cuenta que era la primera vez que Bearman se subía al coche, que la carrera duró una hora y media, y que además tuvo que dar 50 vueltas a uno de los circuitos más difíciles del calendario, te puedes imaginar lo que eso supone para un debutante en la F1.
Al final, Bearman tenía incluso abolladuras en el reposacabezas. A pesar de ello, la mayor parte del dolor no era en el cuello, según declaró a The Times: "La mayor parte del dolor era de la parte baja de la espalda. El cuello es un hecho, pero Jeddah es una de las pistas más difíciles. Incluso las rectas se tuercen bastante, lo que no parece gran cosa, pero cuando lo repites 50 veces, no hay descanso". La altura del británico, 1,87 metros, tampoco ayuda: "Los coches de F1 son muy estrechos y no están hechos para la comodidad. Todo era muy de última hora. Cuando hice [pruebas] de asiento, no pensaba que tendría que usarlo".
La Fórmula 2 es menos exigente físicamente
Las diferencias entre las dos clases también sorprendieron a Bearman: "No tenemos tanta carga aerodinámica o fuerza G en la F2, así que el esfuerzo es mucho menor. Pero en la F2 no tenemos dirección asistida, así que el trabajo de dirección es superpesado. Cuando termino una carrera de F2, suelo tener los brazos cansados, pero aparte de eso estoy bien. En F1, la dirección es muy ligera, pero es todo lo demás. Te tiran de un lado a otro. Los músculos que no tienes la sensación de estar ejercitando, te duelen al día siguiente", dijo Bearman.
Así que el británico de 18 años adivinó lo duro que acabaría siendo, y también respecto a la cantidad de agua y peso que pierdes: "Es agotador; pierdes mucha agua, no podía creer lo sudado que estaba. Fue un gran reto. Pero lo disfruté mucho".